Pues eso. Que os quejáis, me cagondiós, agárrame el cubata.
Intentando ser objetivo, saltando a propósito por encima de conspiraciones particulares contra el Celta y temas similares, me parece que lo de esta temporada a nivel arbitral está siendo una verbena en toda la Liga, y nuestro ejemplo está siendo el paradigmático, pero no el único. Entre las quejas preventivas e institucionalizadas del Madrid, Negreira y su universo y las saraos varios (sorprendentemente numerosos) en muchos partidos de este inicio de liga, la sensación de bochorno es insostenible. Alguien tiene que hacer algo porque está espiral autodestructiva del sistema arbitral español hay que detenerla antes de que estalle. Hasta los propios árbitros están desubicados, inseguros, parecen monos con pistolas. Nunca un CTA se ha visto tan desbordado como ahora. Que son malos? Puede ser, pero el clima, la organización, las bases, las reglas del juego son tan resbaladizas, tan como arenas movedizas, que los árbitros trabajan en un clima tan inestable que está llegando al límite de la mínima operatividad exigible. El problema es estructural y necesita de una solución drástica.
Por cierto, la situación kafkiana en el medio campo a la altura del monitor del VAR de ayer, ha sido de un ridículo espantoso, menudo circo se montó. Un descontrol indigno de una competición profesional que dio vergüenza ajena y que describe resumidamente el arbitraje español actual.