Hoy me acuerdo del amigo Hernández Hernández, aquel que dijo que lo importe es que el VAR haga justicia independientemente de los protocolos. El fin justifica los medios. La ley del embudo, cuando esos protocolos nos benefician (penalty a Douvikas contra Sevilla) no se aplican. Ayer sí. Yo insisto en que lo peor de un sistema de justicia es la arbitrariedad. Ahora aplico, ahora no. Estilo L'Oréal, porque yo lo valgo. Dan pena.