Vosotros sois muy jóvenes y no os acordáis, pero en los cromos de cuando yo era pequeño (en el Jurásico, a principios de los 70) ponía que en Balaídos cabían 42 mil personas… Y hubo algún partido que lo vi lleno.
Luego se empeñaron en que todos estuviéramos sentados; y más tarde se rindieron ante el evidente aumento de tamaño del personal (las nuevas generaciones a lo alto y las viejas a lo ancho; los baños de la grada de Río del 82 parecían pensados para hobbits) y hubo que ensanchar aquellas plazas. Así hemos ido llegando a lo que tenemos: degenerando…
La última reforma tiene dos problemas: uno, que carece de concepción global desde el principio (se fliparon con lo de las ondas de la cubierta en la infografía, pero nada más); no hay un plan director que merezca tal nombre, ni siquiera un plan de usos tentativo.
El segundo es que empezamos la reforma hace tanto tiempo que hay partes que se nos están quedando viejas. Estoy absolutamente seguro de que hoy no abordaríamos Tribuna como se hizo, por partes e intentando salvar los pórticos (que costó un Congo porque hubo que resolver sobre la marcha un problema evidente que el proyecto no previó). Habríamos tirado con todo, quizá por fases, pero levantando una grada nueva mejor pensada, con bastante más capacidad y con posibilidad de crecimiento prevista por si acaso. Cada partido que veo ese espacio desaprovechado sobre los palcos, sólo por igualar la cubierta, me hago cruces.
La grada de Río, ni tocarla. Si hubiera que pensar en eso algún día (quiero creer que por que hayamos ganado una Champions) sería mejor hacer un estadio totalmente nuevo en otro sitio.
Todo podría haberse pensado para más usos que el fútbol, pero qué le vamos a hacer. Sacrificamos posibilidades por velocidad y no tenemos ni una cosa ni la otra.
Así, a puro ojo, diría que un estadio de unos 30-32 mil espectadores, como dice LaMáquina, sería lo adecuado. Nos vamos a quedar algo cortos.