Nada hombre, ahora toca homenaje en el Wanda a algún trastornado mental que pose con banderitas de los GAL, porque haya sido el primero en remontar el Manzanares en pedaleta, o a algún exaltador de los torturadores franquistas por haber sido el primero en subir el puerto de Navacerrada a la pata coja, o a alguna monja franquista robaniños como homenaje por haber sido la primera capaz de preparar torreznos con sabor a dulce de leche. Total...lo importante son los logros conseguidos.
El tipo, al que no lo conocen ni en su casa, es un hijo de puta. Y a los hijos de puta no se los homenajea, ya tengan la ideología, o la psicopatía que tengan.