Cuando ya pensaba que, POR FIN, era un tío curtido y que nada ni nadie me iba a perturbar; cuando creía que ya había superado la etapa de ilusionarme; cuando estaba seguro de que era inmune a reacciones provocadas por elementos externos; llegais, pedazo de cabrones con Benítez al mando, y se me va todo a la mierda, me derrito y estoy con ensoñaciones.
Esto, como no funcione, no os lo voy a perdonar. Aunque la culpa es mía por volver a caer, pero cabrones, es que os lo habéis currado.
10.37 y esperando el calendario como un niño los Reyes.