Ojo, el entrenador es el guía del equipo, la cabeza visible, el que más debe transmitir. Y para mi hay un partido que ha marcado mucho, un punto de inflexión, y es el del Bernabeu. Un partido que aún jugando contra un madrí de vacaciones es normal perder, pero lo que no es normal es todo lo que pasó allí. Se transmitió una imagen de "vacacioneo" bastante lamentable. Fuimos como el equipo ese que juega de comparsa contra los Harlem Globbetroters, se dio una imagen de equipo sin ambición, timorato, amable para el rival. Y sí, por supuesto, con una guinda lamentable con la perfomance de nuestro entrenador en el centro del campo de risas con un jugador del equipo rival y con su camiseta en después de haber perdido dando una imagen bastante mala.
Y para más inri, esa sensación de encorsetamiento, de jerarquías marcadas, de juegan los de siempre, ordenaditos en fila por antiguedad y galones, sin rotaciones, sin alternativas, sin ver más allá del momento...es que fue todo tan lamentable...y además esa sensación de falta de autocrítica, eso de lo volvería a hacer porque yo soy así...y aún hablamos de dureza mental, de carácter, de fortaleza, es que me tengo que reír.
Teníamos dos jugadores diferenciales y uno en camino de serlo, ahora no tenemos a ninguno. Aspas fundido porque ni hay ni se buscan alternativas, Veiga convertido públicamente en un fajo de billetes con patas por parte del presidente, y Larsen que pasa de golazo en el Villamarín a ser parte del repartijo de minutos del entrenador con los tres nueves, para quedar bien con todos.
Y la sensación de que el año del centenario no será mejor. De un propietario que tiene por único objetivo ganar dinero y sacar a pasear su ego con todos y contra todos. El año que viene lo del límite salarial lo vamos a escuchar nuevamente mucho. Siempre en la cola y al mismo tiempo siempre con el límite cubierto. Que ya es mala suerte...