Hay situaciones que nos condicionan negativamente de las que no tiene culpa. Que Mingueza sea más blando que un juvenil y le deje tirar con total comodidad al rival no es culpa de Carvalhal. Que un jugador haga un penal tonto e innecesario no es culpa de Carvalhal.
Pero tiene cosas que desde luego no ayudan. Decisiones incomprensibles. Ante un equipo tan plano, tan acobardado... Miguel, el único (junto con Carles) de la plantilla que lo intenta, y lo intenta, y percute y percute tendría que ser un fijo sí o sí. Pero las jerarquías son puñeteras, no juega siempre y cuando lo hace, lo hace fuera de su posición.
Su once y sus cambios son un sota, caballo, rey que rara vez arreglan algo. Cambios hombre por hombre para mantener su esquema excepto el último, si vamos perdiendo, en el que saca un medio para meter otro 9 y equipo roto y se acabó.
Sigue empeñado en insistir con lo que no funciona. Cuando las cosas van bien no cambias porque van bien. Cuando van mal no cambian porque piensas que los que te hundieron te van a rescatar. En fin, película que ya hemos visto muchas veces.
Hay que repartir culpas. Carvalhal tiene mucha, los jugadores aún más. Pero lo cierto es que me siento muy decepcionado con él.