Podemos decir ya que se terminó el efecto Coudet?
Que volvemos a ser ese equipo sin ideas, sin velocidad, sin conexión, sin desborde, plano que éramos en la era pre-Coudet?
Esta plantilla da para más, la segunda vuelta del año pasado es la evidencia, pero sigo insistiendo: tenemos a un grupo de jugadores muy débiles mentalmente, que se vienen abajo a la mínima, que se deprimen y se esconden cuando las cosas vienen un poco mal. Somos un equipo triste.
Ya está bien de gastar millonadas en jugadores que se esconden y no asumen. Hay que traer nervio, colmillo, veneno, gente que tenga la portería rival entre ceja y ceja y que no se hundan a la mínima. Menos nombre y más gente valiente.
Y que conste que Coudet tiene defectos, no es ese entrenador perfecto que mucha gente se creían, ni de lejos, pero este tema ya lo arrastramos años atrás, con otros entrenadores. Y la limpieza no llega.