¿Cuántas veces hemos dicho que el club tenía poca confianza en que Pampín pudiera dar el nivel necesario en Primera? Como dice alguno por ahí, hay trabajadores en el club que toman estas decisiones. Si todo el mundo recibiera una oportunidad independientemente de la opinión de los expertos que cobran por ello y les siguen cada semana a todos los niveles, el proceso perdería todo el sentido.
Yo ya lo he dicho muchas veces: Pampín es muy majo y currante y todo eso, pero a mí como lateral nunca me gustó y como volante/extremo su nivel me parece insuficiente para Primera. Prefiero dar oportunidades a los jugadores que creo que pueden llegar lejos, que por suerte tenemos muchos. Por ejemplo, le daría minutos de lateral antes a Fontán con las manos atadas y cagalera que a Pampín.
Se puede considerar efectivamente que existen aspectos en común con lo comentado siempre en el caso de Íker, pero también diferencias importantes. Nunca se ha dudado de que el catoirense tenga calidad; las dudas venían por otra parte. Pero es que además esta temporada está haciendo lo que en verano decía yo que necesitaría para que esta próxima pretemporada (ya decía que antes difícilmente le veríamos) se le tuviera realmente en cuenta: subir su nivel y tener consistencia.
En definitiva, en mi caso es probable que Íker haya logrado cambiar mi propia opinión de cara el verano, y por tanto no me sorprendería que la del club también. No tiene nada hecho, pero la oportunidad será real si nada se tuerce. En el caso de Pampín, aún habiendo mejorado en el último año y medio en el filial, sobre todo en ciertos tramos, seguía sin parecerme jugador para el primer equipo. Para la defensa le faltaban condiciones, para el mediocampo también. Subirle me hubiera parecido simplemente una decisión técnica errónea de quienes saben de esto. Podría equivocarme, desde luego, pero a priori me parecería un error. Nadie está diciendo que Diego fuera la peste, pero un puesto en Primera División requiere una exigencia altísima.
Podemos pararnos a analizar las diferencias y semejanzas (futbolísticas, contractuales, contextuales...) con los casos de otros jugadores en situaciones potencialmente comparables (Íker, Alfon, Kevin, etc.), pero además de parecerme observables desde el punto de vista del aficionado (independientemente de gustos personales), este tocho se volvería intragable. Lo más que podía conseguir Pampín es lo que obtuvo Alfon, del cual ya dije cuando se activó su cláusula que salvo milagro no le volveríamos a ver vestido de celeste. Esas cláusulas se usan en muchos casos para mantener a los veteranos destacados en el filial un año más con la zanahoria del contrato con el primer equipo. Luego en pretemporada les dicen que no cuentan ni para ir convocados y que no tiene sentido que estropeen su carrera aferrándose al contrato, y ya tienes engaño infalible. El aspecto ético de engañar premeditadamente ya sabemos que no es algo que preocupe en este club.