Ya se ha dicho muchas veces que Mouriño solo suelta alguna verdad de vez en cuando y de forma involuntaria. El resto, directamente mentira o muy tergiversado. Normalmente lo segundo. Funciona como un político moderno de estos que nos plagan, al igual que su acérrimo rival dirigiendo la ciudad, y que tienen la costumbre de engañar a la gente y tomarla por idiota como forma de vida.
Lo de que nos lo compran pero no lo vendemos, no le ofrecemos renovación porque sería una falta de respeto y todos esos despropósitos innecesarios eran lo que pensaba que tenía que decir. La verdad es irrelevante, aunque a veces pueda coincidir en parte. Encima, en su caso, además de no ser sincero, es un comunicador terrible y la caga cada vez que habla. La voluntad a veces puede ser buena y podríamos estar de acuerdo con sus objetivos, pero si el proceso para llegar a ella es la falta de transparencia, de honestidad y de respeto por el aficionado, resulta difícil valorarle positivamente cada vez que habla.
Con Gabri se encuentra entre la espada y la pared porque se esperaba ese pago de cláusula antes del bajón de rendimiento del jugador y decirlo de cara a la afición le permitía quedar bien, o eso creía él. Pero tampoco sería la primera vez que incumple su palabra, por lo que si en lugar de comprárselo contra su voluntad, le venden voluntariamente, pues ya se cambiará el discurso y donde dije digo, digo Diego.
Creo que lo importante como celtistas es que ahora con Gabri seamos pragmáticos. Lo de las ruedas de prensa del presidente a estas alturas es una guerra perdida. No dará muchas más.