El problema es que las sospechas de los cenizos y de los alarmistas, que pensaban que teníamos aún peor equipo que el año pasado, ayer se pusieron de manifiesto negro sobre blanco. Pero cierto, no nos pongamos nerviosos, que no hay prisa, que están todos igual etc.etc.
En cuanto a los refuerzos, no pasa nada, ansiosos, que seremos el club de segunda con más dinero en el banco, con diferencia. El Coruña alardea de gente en el campo, nosotros podremos hacerlo de dinero en el banco, quien no se consuela...de hecho podríamos, además de visitar el museo del club, organizar algo por el banco dónde tenemos los dineros, para enorgullecernos todos de ello y flipar luego con los amigos.
Por lo demás?, lo dicho, una afición volcada, un estadio mal remodelado, un club que es rastrero hasta para poner un puto marcador en el estadio, un solo portero, cuatro laterales que compiten por ser los peores ( los cuatro ) de la categoría, un centro del campo que por ¿cuarta? temporada consecutiva no funciona, un delantero estrella de 36 años que el pobre ya no sabe como pedir REFUERZOS de calidad, y un solo 9 físicamente apto para la competición.
No debe cundir el pánico, ni ser presa de los alarmismos, que este año seguro que llegamos a la última jornada con posibilidades de salvarnos y nos vuelve a tocar un rival de vacaciones que viaja al día siguiente del partido. Ah, nos faltará el que marcó los dos goles en ese partido. Pero insisto, tenemos un dinerito en el banco que cura cualquier disgusto.
Lo de ayer no fue la derrota, lo peor de ayer fue ver negro sobre blanco la nefasta y descompensadísima plantilla que tenemos y como el Osasuna nos ganó 0-2 pero intuir que nos hubiese ganado si les hubiese hecho falta 0-4 y sin despeinarse. Como fue la derrota que el Calvo Cabrón no tuvo ni que ser decisivo.
Soy muy pesimista, pero mucho, porque no espero nada de esta directiva y cada vez espero menos del BLUFF del pluriempleado, que de momento no ha dado una a derechas.