A mí la única pena que me da es que no siga aquí. A dónde vaya ya es cosa suya. O de su representante.
Estos representantes son lo que han enmierdado este mundillo. Os recomiendo leer sobre la historia del traspaso de Falcao al Mónaco, obligado por Mendes aunque él no quisiese, por darle plenos poderes para gestionar su carrera. Cuando vendes el alma al diablo... llega un día que quiere cobrársela.
Como dije en su día, da la impresión que todo el mundo ha mareado al chico. Mouriño, entorno y demás. A un chaval de 21 años recién cumplidos, que lo que hay que hacer es enseñarle y apoyarle, no mercadear con él.
Su destino ni me parece bien ni mal. Tampoco puedo opinar mucho porque no conozco a Gabri.
Se habla mucho del fútbol romántico, de querer medrar. A lo mejor el chaval está trabajando por la pasta, como hacemos prácticamente todos. A veces también nos olvidamos de que esto es un trabajo para ellos. Que sí, que con 2 millones al año también viviría como dios, pero es muy fácil opinar sobre la vida de los demás y sobre qué dinero debe aceptar y cómo lo debe gastar.
En resumen: el fútbol es de los aficionados. El romanticismo queda para eso. Lo demás es puro negocio. Todos lo sabemos pero no lo queremos creer.
Ojalá algún día reviente todo y, como dijo Milorad, vuelva el espíritu de antes. Jugadores más humildes, incluso de peor nivel, pero que lo dejan todo en el campo y con el nivel de los equipos más igualados. Que eso es lo que hace interesante un partido, la igualdad entre los dos equipos, que pueda ganar cualquiera.