Es cierto que todos sabemos que lo que subyace a esas declaraciones sea una intención real por parte del jugador de cambiar de aires a un destino de más lustre, económica y deportivamente hablando, a las más mínima oportunidad. Le pasa a él, y como decíais por aquí, seguramente a un porcentaje abrumador de jugadores de esa edad y posibilidades, se hayan criado aquí o fuera. Y aunque bien es cierto que la posibilidad de arraigo de un jugador con vínculos emocionales con el club y su área geográfica es bastante mayor, a la sazón, si un gran tiburón se cruza en tu camino... bye-bye.
Dicho lo cual, lo mínimo que le pido yo a los jugadores es que sepan llevar esas pretensiones con elegancia. Más aún cuando no se sustancian en ninguna oferta formal y no son más que especulaciones sobre el futuro. Es tan sencillo decir algo enlatado como: "estoy muy contento en el club y seguiré dando el máximo mientras esté aquí. El futuro lo desconozco, pero en el caso de llegar una oferta interesante habría que valorarla, tanto el club como yo, para ver qué es lo que más interesa a ambos. Pero repito que este es mi presente y soy feliz aquí". Incluso con algo menos de prosa; incluso en inglés; incluso cambiando palabras o expresiones, pero que el espíritu de la declaración sea el que casi todos podemos intuir. Se puede decir de mil maneras, sin necesidad de ser hipócrita, ni mentiroso, ni tampoco zalamero. Simplemente siendo algo inteligente, elegante y sobre todo 100% respetuoso con el club que te paga y la afición que te apoya.
Pero claro chico, son futbolistas, y en muchos casos ya bastante tienen con no poner cuadrada la redonda como para aún por encima pedirles unos mínimos. Ay...
Pasemos página.