Yo es que creo que, gustándome más o menos Onésimo, poco se le puede echar en cara. A el le pidieron resultados y el trajo resultados. Visto lo visto nadie le dijo que venía a un filial a formar a gente para el primer equipo, por lo tanto, el tomó las decisiones más coherentes en su equipo para conseguir los resultados que le exigían. A partir de ahí, la mala relación filial primer equipo, la nefasta gestión de los chavales de la cantera, etc., pues a protestar a la ventanilla de los que mandan, que son los que le tenían que haber puesto a Onésimo los objetivos propios de un filial. ¿Querían el ascenso? Respetable, pero entonces también es normal que Onésimo protestara cuando le sacaban a sus mejores hombres. Repito, a mi Onésimo tampoco me agrada, pero en función de los objetivos que le pusieron (y los recursos), el actuaba en consecuencia. El problema no viene del banquillo, viene de los de arriba. Y lo mismo con la gestión del primer equipo. Onésimo y Coudet son lo que son, no engaña a nadie, el problema es de quien no tiene un proyecto más allá de los resultados y quiere vendernos que sí lo hay.