Más allá de resultados, árbitros, suerte, etc, como siempre me quedo con las sensaciones.
Y la sensación es de equipo abatido, superado por las circunstancias. Hablamos de la jornada 8. Equipo que cuando se pone por delante se caga vivo porque sabe que lo más probable es que nos vacunen y perder la ventaja. Y muy probable que nos remonten. Esa sensación de verlo venir la tenemos muchos, seguro que en el campo también se vive.
Hablando ya de fútbol, no puedes jugar con 4 defensas porque los laterales no son defensores. Juegas con defensa de 5 pero acumular gente no implica defender mejor. Con tres centrales supuestamente contundentes como Carl, Aidoo y Unai ves como delanteros rivales rematan en el área completamente solos, como tiran paredes y combinan dentro del área sin oposición, ayer en el segundo gol de Las Palmas un tipo recibe completamente solo en el área y le da tiempo a pensar para acomodársela al compañero sin que nadie le sople en la nuca, el otro recibe solo, con tiempo para acomodársela con el muslo y pegarle sin nadie que moleste. Todos mirando.
Del centro del campo no hablamos, mejor. Un lastre que llevamos arrastrando años y que desde los despachos, por alguna razón, no quieren poner solución.
Muy decepcionado con la coudetiana gestión de los recursos de Benítez. Ayer tiene que cambiar a Beltrán y Larsen porque se les vacía el depósito y empiezan los problemas físicos. Es que ni cuando van en reserva se plantea refrescar. Bamba con mucho desgate también, lo de Mingueza y su forma física ya empieza a ser un drama... pero todo sigue igual. Si hay dos jugadores que se pueden ver beneficiados en este estilo de esperar y salir a correr son Carles y Miguel, pudiendo haber entrado por unos desfondados Bamba y Larsen. Pero preferimos seguir con jugadores muertos del cansancio.
Benítez vino a dar fiabilidad y equilibro a cambio de un fútbol más cicatero. El fútbol cicatero se ve, la fiabilidad y equilibrio de momento no.
Y es lo de siempre, ¿culpa del entrenador o culpa de los despachos por confeccionar una plantilla tan carente de muchas cosas necesarias?
Pues habrá que repartir, digo yo. Está claro que después de 6 o 7 entrenadores, muchos futbolistas que han llegado y se han ido los patrones se siguen repitiendo, el común denominador es la gente de traje. Claro que la actuación del entrenador ayer, por ejemplo, es indefendible por muy incompetentes que sean los de traje y corbata.
En resumen, muy jodido y no veo por dónde vamos a meter mano en el asunto.