Sobre el discurso de la maratón y de que venimos de dónde venimos al que una vez más aludió en la RDP de ayer, varias consideraciones. El discurso no evoluciona, es el mismo que el de hace 5 meses. Ni un mínimo matiz. Esa naranja está ya exprimida, no da más jugo. Además es un discurso simplista, poco trabajado, porque dijo, por ejemplo, que el año pasado llegamos a estas mismas alturas apurados y que fue entonces cuando espabilamos, cuando todos sabemos que fue al revés, a estas alturas de la temporada estábamos cómodos y nos dejamos ir al final.
En fin, a donde quiero llegar es a que es un discurso agotado, al menos desde mi perspectiva particular. No da más de sí, esa naranja no tiene más zumo. Y si yo desde fuera lo veo claramente así, no quiero imaginarme como lo ven los jugadores, que es a quienes tiene realmente que convencer. Es un ejemplo sin mucha sustancia, pero sintomático de algo que me parece muy peligroso. El líder, el conductor del grupo, no convence a nadie y no evoluciona en su discurso. Está instalado en una forma de ver las cosas monolítica, incluso en algunos aspectos alejada de la realidad. Cada temporada tiene sus matices, no se puede generalizar así porque en cierta manera es faltar a la verdad. Obviando además los detalles, simplificando para llevar razón, dejando de analizar cosas como que tenemos el límite salarial en un ránking mucho más alto que el que ocupamos en la clasificación o que jugamos al equilibro y a defendernos a ultranza y llevamos tantos goles en contra o más que el año pasado. No hay por dónde cogerlo en cuanto lo analizas con un mínimo de exigencia y de rigor.