Joder. Sorpresa. Yo pensaba que seguía hasta el final.
Le pedí valentía a Marian para asumir pérdidas y ha asumido. Me quito el sombrero. Mi confianza en ella sube.
Ahora por favor, no la cagueis con el sustituto.
El sustituto ideal tiene nombre y apellidos que todos conocemos. Háganlo.
Las destituciones, aunque sean merecidas, siempre me dejan mal cuerpo. Pero era muy necesaria a mi manera de ver. Si se ha llegado a esta situación ya, sin esperar el parón, me da la impresión de que algo grave ha pasado de puertas para dentro, y no un simple intercambio de pareceres.