Uno ya va cumpliendo años y vas acumulando recuerdos y vivencias en color Celeste.
Desde los 90 en Balaidos nos malacostumbramos por culpa de un tal Mostovoi, Mazinho y compañía a una manera de hacer y entender el futbol y cuando nos alejamos de esa idea las cosas no fueron bien.
Yo pienso que el aficionado del Celta está deseando ver a su equipo proponer, atacar y divertirse en el campo, cuando nos atrincheramos, cuando nos dedicamos al otro futbol no solo sufrimos, es que además no nos sentimos identificados.
Pienso que mucho del exito de esta temporada tiene que ver no solo con la identificación de los chavales de Poio, Ponteareas, Vigo, Moaña o Tomiño sino también con una manera de entender el futbol que Claudio Giraldez pone en práctica y con la que al menos nos queda el orgullo de pelearlo a nuestra manera, atacando, siendo propositivos y sabiendo de nuestras posibilidades.
Llamadme loco pero prefiero una victoria moral, que una derrota atrincherado.
Con Rafa Benitez (y otros antes que el)ocurría exactamente lo contrario, nos dejó sin canteranos en el campo con las excusas más baladíes y nos arrebató el futbol que nos hacía disfrutar.
Sufrir en una maratón intentando no desmayarse por el camino, eso era lo que proponía, y con eso los celtistas no nos podíamos identificar, y eso con el agravante de hacerlo el año del centenario del club, con declaraciones llenas de soberbia y desprecio por lo nuestro.
No creo que haya odio contra el entre el celtismo, pero si desde luego el mismo desprecio que el mostró por el club que le pagaba, por los chavales que tenía a disposición y por una idea de futbol que él jamás podrá desarrollar.