Tiene pinta de ser muy crack. Un obrero del fútbol. Yo no lo conozco, pero recuerdo una anécdota de cuando aún jugaba que me contó un amigo. Estaba trabajando señalizando una zona con obras a los coches, impidiendoles el paso. De repente llegó Gudelj y mi colega le dijo que no se podía pasar por allí. El quería aparcar creo. Ni corto ni perezoso el bosnio saco la cartera y le ofreció pasta si lo dejaba pasar. Mi amigo, obviamente, le dijo que no podía ser y el hombre se fue por donde había venido.