Luego me diréis que no estamos meando fuera del tiesto, pero que dos tipos con tablas como vosotros me digáis que Italia no nos pudo empatar y que tienen que dar las gracias del 0-1… Señores, Italia sigue con su plan de revalidar el título sufriendo y dando pena hasta la final; la Italia de ayer es la Italia que más miedo nos puede dar.
Italia acabó el partido con 2 centros al área con Donnarumma de 9, ¿de verdad os habría extrañado que enganchase una? Y menuda apisonadora España, que gana con un gol en propia puerta de carambola, que bastaba con que no la tocase uno de los dos italianos que participan en el gol para que no entrase.
Repito: se han hecho dos partidos buenos, pero se han ganado dos con algo de suerte también.
Añado: nosotros estamos cumpliendo con nuestro papel clásico de fliparnos en la fase de clasificación, fliparnos en los grupos, y no pasar de cuartos de como siempre. Ojalá ayer nos hubiesen dado pal pelo los azzurri.
A ver, yo creo que lo estás planteando mal.
¿Podría Italia haber empatado? Sin ninguna duda. Es Italia, especialista en robarte la cartera cuando menos te lo esperas, y con un 1-0 escuálido en el marcador, cualquier acción te puede empatar el partido.
¿Hizo méritos para empatar Italia? Ni de puta coña. Hubiese sido mucha suerte por su parte empatar este partido.
¿Hizo méritos España para acabar 4-0? Sin ninguna duda. Suerte en la victoria ni de coña marinera, que hizo todo lo que estuvo en su mano para ganar y ganar bien.
Dicho esto, aquí los méritos importan poco y lo que importa es que la pelotita entre. A España le entró una y de rebote, e Italia en los 5 últimos minutos parecía que podía econtrarse con algún rebote.
A mí el partido de ayer me hizo revisar las reglas del juego y comprobar que estaba viendo un partido de fútbol. Porque, a pesar de los últimos 10 partidos del Celta de Giráldez (que fue como una inyección de adrenalina directa al corazón), aún estoy en fase de desintoxicación del Celta de Benítez. Y lo que vi ayer era otra cosa diferente de lo que me he pasado viendo 6 meses.
En este sentido, a mí Italia me recordó al Celta de Benítez. Renunciamos a todos (por incapacidad o porque no queremos ese papel), todos juntitos, ordenados, a defender como perros y a rezar para enganchar alguna. Pues como al Celta de Benítez, le meten un meneo, al final acaba entrando una bola de casualidad y luego todo son prisas y lamentos para arreglar lo que has renunciado durante todo el partido.
Si me sumo a los que piensan que no hay que fliparse y una flor no hace primavera. Las sensaciones son muy buenas, pero en un torneo así, un mal día o un 5 minutos malos te mandan para casa sin remisión.
Eso sí, parece que hemos encontrado un camino. A ver hasta dónde nos lleva.