Yo desde ayer tengo una melodía que no deja de resonar en mi cabeza: it's coming home, it's coming home, it's coming, oh it's coming home...
Cuando un equipo llega a una final como claro favorito por haberlo hecho excelsamente bien, cargándose a las mejores selecciones y levantando admiración por su fútbol, y su rival accede con un fútbol ramplón, cicatero y pasando varias rondas en el último minuto de los partidos o gracias a la suerte de los penaltis... En el fondo todos sabemos cuál sería el resultado de esa final. Pues el domingo no va a ser diferente.
Ya tiene huevos que estos que no le ganan a nadie desde que Franco era cabo vayan a ganar su primera Eurocopa contra uno de los equipos más meritorios (y no sólo españoles) que se recuerdan en esta competición. Es lo que hay.