Son referencia porque nosotros los ponemos como referencia.
Un futbolista es un deportista de élite. No son, o al menos no deberían ser, pienso yo, ejemplo de nada. Ni referencia, ni nada.
Los argentinos, ya en varias ocasiones, demuestran ser unos niñatos que no saben ganar ni respetar al rival. Tampoco son los únicos.
Pero vamos, no comulgo en eso de que los futbolistas deban ser referencia ni ejemplo. Son deportistas profesionales y ya. Ni más ni menos. El problema es cuando el aficionado sube a un pedestal a un chaval que no tiene ni dos dedos de frente. Pues pasan estas cosas. Pero vamos, curados de espanto estamos ya.
Si desde la sociedad tratásemos al futbolista como un ciudadano más, sin vanagloriarlo, probablemente muchas de esas actitudes no existirían, porque ya hacen el ridículo así, imagínate cómo sería si nadie le siguiera el juego.