Lo que dices Baraka sobre el modo de juego y la actitud del Madrid es completamente cierto. Courtois, Benzema y Modric, acompañados de otro buen puñado de jugadores, pero que no llegan a ese nivel de primerísimos espadas mundiales, le están lavando la cara a una plantilla donde dos de sus principales estrellas, por lo que cobran y por lo que costó traerlas, viven en el más completo ostracismo.
Y a lo anterior hay que sumarle una defensa que ha perdido muchos kilates con la marcha de sus dos centrales titulares, y ayer ya rozó el esperpento con la baja de Militao y la lesión de Nacho. Ver a Lucas Vázquez y a un casi exjugador como Marcelo en los laterales, flanqueando a una pareja de centrales compuesta por Alaba y un lateral en un estado de forma muy mejorable como Carvajal, era para echarse a llorar.
Y a pesar de todo lo anterior, y perdiendo ya 0-3 en casa contra el campeón de Europa, un equipo joven, vigoroso, repleto de talento y bien entrenado, es capaz de marcarles dos goles, aguantar toda una prórroga y eliminarlos. Y esto entronca directamente con lo que dice JJC: nos guste más o menos, nos genere más o menos antipatía, el Madrid es el paradigma de equipo campeón, y tiene una leyenda ligada a la Copa de Europa inigualable. Después se puede hablar del contexto, del tipo de juego, de los árbitros, de sus ultras, de su arrogancia, de su palco o del sursum corda, pero nada de ello tapa una realidad evidente.
Y mucho mérito para el Villarreal. Y claro que somos competitivos en Europa. Unas temporadas más y otras menos, pero el fútbol español a nivel de clubes es hegemónico en Europa desde hace ya muchos años. Y lo es porque a nivel táctico es posiblemente el más completo, y el talento de la cantera que se cocina en España no tiene parangón en ningún otro país. Y solamente el tremendo poderío económico de la Premier hace que la comparación esté más o menos igualada.
A ver qué tal el Atlético. Me da que se va a la calle, pero sería un puntazo que, en una época valle de nuestro fútbol metiésemos tres de cuatro semifinalistas en la competición más prestigiosa del mundo. De coña.