Generalmente, para el último partido a arbitrar siempre se busca uno tranquilo y que no haya nada en juego para que te puedas ir con buen recuerdo, los abrazos de todos, una placa del club, si estás con mucha suerte algún aplauso tímido y chimpún.
Aquí parece que nos hayan enviado a un cyborg asesino para que acabe de completar su obra.
Ojalá vaya todo bien y tengamos la fiesta en paz, pero no pinta bien, no.
PS: Aprovecho el tema retiradas para comentar que el club ha mejorado en mil aspectos pero le queda el lado humano con el colectivo arbitral. Y eso que Vlado es apreciado,.pero se echan en falta detallitos como institución que otros clubes miman al detalle (se me viene la cabeza uno que ha apañado una gunda en Manchester recientemente y que es un modelo de relaciones públicas).
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