Igual, para que pongamos lo de los canteranos y veteranos en perspectiva, conviene recordar que hoy nos gana el partido, literalmente, Javi Guerra, que tiene la misma edad que, por ejemplo, JaviRo o Hugo Álvarez. Y que Mosquera, el bueno, y Tárrega también andan por ahí.
Confluyen varias cosas: uno, coincide un momento de baja forma del año en varios jugadores de todas las edades, el cuerpo técnico sabrá si es algo más o menos previsto; dos, el mercado, que no la noche, nos confunde (me da la impresión de que la tontería de Mingueza que le cuesta dos partidos viene de ahí, además de lo obvio con Douvikas); tres, tenemos bajas de elementos clave, como Iago, claro, Marcos (que también se ha perdido dos partidos del mes por tarjetas) o el propio Mingueza; y cuatro, Claudio también es novato y tiene que aprender a manejar situaciones no lineales, que hasta ahora ha sido todo muy bonito y en crecimiento. Y eso incluye dejarse de paternalismos con gente como Douvikas, Cervi o Beltrán y darse cuenta de que maneja una plantilla profesional a la que hay que exigir, no formar. Y dejarse de inventar la rueda cada cinco minutos, que es tiempo de certezas, no de ideas felices.
Y dicho esto, me reafirmo en mi profesión de fe claudista. Él encontrará el camino. Aunque nos vendría bien ahora una semanita de descanso por selecciones o algo para pararnos a respirar profundamente y pensar, pero no podrá ser. Toca trabajar y ver cómo preparamos a este equipo para aceptar la presión, que para eso tenemos psicóloga. Y ya sabemos qué jugadores no aceptaron esa presión años anteriores.