Perder a tu padre es "ley de vida" si te pasa con 50 / 60 años y tienes una situación familiar estable, con mujer y/o hijos, considerando que has disfrutado de tu padre durante ya toda tu vida y entendiendo que tarde o temprano tenía que suceder, y aun así es una situación difícil.
En un ambiente estructurado, en el que no te has enfrentado a grandes desgracias vitales anteriormente, perder a tu padre con 20 años es un palo tremendamente jodido. Pierdes a tu figura de referencia y te das cuenta que no va a poder verte madurar, convertirte en un hombre adulto, verte alcanzar una situación laboral exitosa, acompañarte en tu boda, en el nacimiento de tus hijos y en tantísimas otras circunstancias vitales en que un chico que se está haciendo como persona necesita o desea a su padre.
Un poco de empatía, por favor.