Da gusto verlo en el campo. Se hace dueño de los partidos y parece que sin esfuerzo, que le sale natural. Es el puto amo, pone el ritmo que quiere y cuando quiere. Es que, aunque falle (y ayer tuvo bastantes errores, es cierto), la sensación de estabilidad, de dominio, ese poso de solidez es muy tranquilizador para el bloque.
En realidad, es algo que pasa un poco con todos. Es un equipo solidario en el que los fallos individuales que hay (y hay muchos) se ven difuminados por el hacer del equipo (por ejemplo, César cometió muchos errores en salida de balón que no acabaron penalizando porque el resto del equipo arropa, minimiza las consecuencias y eso se olvida, y lo mismo JaviRu, JoelLo, Tincho, Raúl... por no mencionar a los que están claramente unos escalones por debajo del resto, como Bruno o ManuGa). En eso influye también que esto es Primera RFEF, los equipos de primera castigan mucho más los errores propios, evidentemente, tiene razón Varinho. Pero en el contexto del nivel en el que están es un equipazo. Y la confianza que Claudio pone en el bloque en general y en cada jugador en particular le ofrece un retorno en positivo que supera en mucho a los hándicaps que las bajas y las nuevas entradas de jugadores aparentemente secundarios suponen. Ayer dijo incluso que no pudo realizar el quinto cambio porque ya no tenía fichas habilitadas del equipo B. Y van de primeros. Unos chavales recién salidos de juveniles, y no es un decir, haced un recorrido por la edad de la plantilla jugador por jugador y es para flipar. Sin apenas centrales específicos, un puesto que en el fútbol actual es un pilar fundamental. Hasta desmitificamos verdades inamovibles del fútbol.
Es la demostración de que el fútbol es un deporte de equipo en el que la mentalidad colectiva está por encima del rendimiento individual, sin desmerecer el talento que hay que también es mucho. En fin, que me encanta verlos.