Bueno las ventas de Toro y Araujo, muy buenas, no son indicativo. Fueron vendidos a Mexico donde se mueve una cantidad indecente por jugadores mediocres al más puro estilo Celta.
Quién fuese malpensado podría imaginar que en el fútbol mexicano se lava dinero de otra procedencia.
En el tema Beltrán, al igual que gente como Cervi, Carles o De La Torre, no es el dinero que se vaya a ingresar sino lo que se va a dejar de pagar en fichas los años venideros, que es una burrada. Marchesin marca el camino.