En un equipo fresco, joven, dinámico y apetecible de ver, sigue siendo el lunar, el jugador que no suma, que sigue estancando en el mismo sitio que cuando tenía 20 años, sigue pareciendo un juvenil jugando contra los mayores, y sigue sin ganarle una disputa a nadie. A estas alturas el cambio de equipo le vendría tan bien al jugador como a nosotros... Por nuestra parte, que este jugador siga sumando minutos y titularidades habla muy mal de la dirección deportiva.