Es tan malo, tan malo, tan malo, que me con él me corto porque es como pegarle a un bebé foca hambriento. Él mismo ya sabe lo que hay. No hay más que ver su cara y sus gestos sobre el campo. Él mismo sabe que no se merece los minutos que tiene. Flaco favor le hace Coudet siendo uno de los titulares indiscutibles y jugando siempre.
Lo dicho. Él mismo lo sabe. Su cara y gestos, están pidiendo a gritos que Coudet deje de regalarle todo. Él mismo sabe que no lo merece y eso creo que le pesa demasiado. SEguramente de suplente, con menos responsabilidad, aportaría mucho más. Coudet con su terquedad ha conseguido ponerle en sus espaldas una mochila tremenda llena de piedras.