Hay varios tipos de líderes. Por simplificar, hay quien lidera desde su propia excelencia, que le confiere autoridad moral, como ejemplo para los demás y es capaz de ponerse delante del carro para tirar de él y arrastrar a los demás. Es útil en muchos contextos, pero sobre todo cuando se rodean de gente no tan excelente pero igualmente competente. Si no, corren el riesgo de mirar un día para atrás y descubrir que nadie es capaz de o ha querido seguirles. Ese era Mostovoi y ése es Iago.
Hay otro tipo de líder que es capaz de situarse detrás de su equipo y hacerles avanzar en conjunto. No suelen identificarse tanto por su excelencia como por su capacidad de ponerse al servicio de los otros. Unos necesitan látigo y otros aliento, depende de las situaciones. Avanzan más lento, pero todos juntos y más consistentemente. Ése era Karpin.
En esta plantilla no hay ningún Karpin. Me atrevería a decir que el último de ese tipo fue Augusto, a pesar de su espantada final. Y lo necesita, porque el mensaje de Iago no llega a todos. Tapia tendría características para serlo, pero es demasiado egoísta para que cuaje.
Yo no creo que lo que ha dicho Iago sea para montarle un auto de fe. De hecho, creo que tiene más razón que un santo. Y si no creo que estuviese pensando sólo en Sotelo, que en todo caso falla por omisión cuando otros con más pelos en la parte media del cuerpo (por no excitar al algoritmo) han fallado por negligencia. Sí que digo que hay gente de la que esperas lo mejor y con la tienes que ser más exigente porque sabes que lo pueden dar. Y más si están en crecimiento, irá en su beneficio. Hay otros con los que no merece la pena hacer el esfuerzo. Tienes que usarlos donde den el mejor rendimiento que puedan dar y, en cuanto puedas, mejorarlos.
También sé que esto no es popular. Pero lo último que necesita esta plantilla es criticar al que intenta mejorar y alabar a los que mantienen un discurso conmiserativo.