Si midiésemos su rendimiento sin condicionantes, de manera neutra, su partido de ayer no es tan desastroso como se dice. Tuvo fases malas, eso sí, como muchos otros. Pero es uno de los que tiene que tirar del carro y no lo hace. Y encima no evoluciona. Siempre es lo mismo. No tiene claridad mental, ni visión de juego, ni entiende los partidos de la manera adecuada, ralentiza cuando hay que dar velocidad y la pierde cuando hay que contemporizar. Y no hablo de ayer, eso es lo malo, sino de su trayectoria aquí. En un equipo de imberbes, además, no es un líder, sino que su actitud, su expresión corporal como dice Ahio, está bastante alejada del liderazgo que se le presupone a un tío con currículum, que cobra bien y que le lleva al menos cinco años a la mayoria de los jugadores de la plantilla.