Es que ahora va a haber muy pocos huecos para subir cada año al B. Y, a su vez, los del B saben que no se pueden dormir y que no rendir una temporada puede significar salir ya. No quiero dar nombres, pero es imaginable. También supongo que no todo va a ser matemático. Pero la primera competencia es con tu compañero de puesto en la plantilla. Lo más normal es que sólo quede uno. Por ejemplo, tienes dos porteros en el juvenil A de nivel alto (o eso os leo). En este caso, igual suben los dos cuando les toque, porque lo que hay en el B no es para tirar cohetes, pero no siempre será así. Sin embargo, apuntamos a tener una superpoblación de LDs.
Esto va a crear dinámicas diferentes en el propio juego de los equipos. Incluso en el propio juego como equipo, sobre todo cuando se acerque el momento de tomar decisiones al final de temporada. Va a ser necesaria mucha mano izquierda ahí de los entrenadores para que objetivos individuales no perjudiquen los colectivos.
Pero yo quería exigencia y la exigencia tiene estas cosas. En algún caso será doloroso, no lo discuto. Puede suceder que el salto difícil que se da entre A y B se vaya a dar ahora entre B y Juvenil, pero ya era así antes del C, que sólo han sido tres años. Supongo que lo que se espera como efecto a largo plazo sea que haya más seguridad en que los que lleguen al B entonces sean más claramente prospectos de jugadores de Primera División.
El fútbol profesional es así.
Entiendo la razón de la decisión. Pero seguramente vaya a tener contras que no me gusten. El primero, por lo que te marco en negrita.
Sin C inevitablemente va a suponer que menos jugadores del juvenil lleguen al filial, porque la criba será antes. Y ojo que luego no haya que rellenar huecos con jugadores de fuera del tipo Scepovic, Bruninho, Ferrares y compañía.
Hacer la criba antes implica mayor riesgo de equivocación a la hora de tomar la decisión de quién va a desarrollar más potencial. Si no hubiese Celta C probablemente jugadores como Manu Fernández, Dela, Damián o Javi Rodríguez hubiesen sido cortados al terminar su paso por el juvenil. No todos, alguno seguramente hubiese pasado directamente la B, pero otros sí estarían fuera. Y han demostrado tener nivel de sobra para competir en 1RFEF, aunque les haya llevado algo más de tiempo.
No todos van a llegar al primer equipo, obvio, pero prefiero tener "veteranos" de casa que incógnitas de fuera.
En fin, el Celta C lleva tres años implantado. Conocí al Celta B antes de la etapa con el C y con la etapa con el C, y desde luego prefiero la segunda.
Garcés y Marian tienen mi voto de confianza, y si piensan que es lo que hay que hacer pues por mi parte les doy el beneficio de la duda. Pero es evidente que están acabando con un modelo que ha dado sus frutos. Muchos y buenos. A ver lo que viene ahora. Poblar el filial de juveniles o de gente venida de fuera. Mucho riesgo la primera opción y sudores fríos la segunda.