@sentimentoceltista depende, coma todo. É máis doado integrarse se son poucos que se son un grupo e fan piña entre eles.
Pero, por exemplo, sen saír do Carballiño comezo dous magrebíes que falan galego. Pero de todos os Latam que coñezo en Galiza, ningún cambiou do castelán ao galego.
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Esto me recuerda a eso que decía Puyol que los magrebíes se adaptaban mejor a la cultura que los andaluces.
Ahora pásate por Lleida y pregúntale a los paisanos que tal les ha ido.
Eso lo decían porque los Andaluces tienen derecho a voto y van a votar a partidos de implantación en toda España, contribuyendo a la pérdida de escaños de los partidos nacionalistas. Los magrebíes no tienen derecho a voto y por tanto no le quitan parte de su pastel.
Además de que los Andaluces (o los latinoamericanos) no tienen necesidad de aprender catalán, y llevan una masa social castellano-parlante, difuminando el catalán con más castellano, lo que afecta a su discurso nacionalista. Los magrebíes llegan hablando francés, y les cuesta lo mismo aprender castellano que catalán, así que tienen la opción de rodearlos de catalano-parlantes y conseguir que aprendan catalán antes que castellano, sirviendo así a sus intereses.
Ao mellor non é só "servir mellor aos seus intereses" senón facer que se integren mellor. Ou aprender o idioma do lugar onde vas non é a sinal máis clara de integración?
¿Estás diciendo que Españoles migrando dentro de España no se integran por el idioma? o te estoy entendiendo mal o no sé... explícamelo con otras palabras, por favor.
Se á miña aldea chega un manchego e cada vez que falo con el teño que cambiar de idioma porque non entende o que falamos os veciños, non, non está integrado. Se o entende pero non o fala, non obrigándome a min a falar castelán, entón idiomáticamente está integrado.
Pois ben, iso xa me aconteceu no que vai de ano cun cubano e cun venezolano que viven aquí dende fai varios anos.
Ok, ahora entiendo eso que dices. Pero no era lo que estábamos comentando antes.
Los andaluces en cataluña hablan uno de los dos idiomas oficiales allí. De hecho el único oficial allí cuando se dió la gran migración de andaluces a Cataluña.
Por otro lado, los magrebíes que migran a Cataluña no hablan ninguno de los dos idiomas.
Por tanto, los andaluces estaban y siempre van a estar, de entrada, más integrados linguísticamente que los magrebíes. Hablan 1/2 vs 0/2. Los andaluces deben aprender 1, los magrebíes 2.
El punto de por qué Puyol prefería a los magrebíes era que pensaba que tenía herramientas políticas para lograr que los magrebíes aprendiesen sólo uno de los dos, el que le interesaba a él para crear un paisaje político acorde a sus intereses, y no el otro.
Mientras que con los andaluces, como ya llegan integrados lingüísticamente con uno de los idiomas, y no necesitan aprender el que no le interesaba a él, porque con el que ya saben se puede hacer vida normal al 100%, lo que se iba a encontrar era una resistencia a sus objetivos políticos de cambiar el paisaje de acorde a sus intereses.
Se trataba de ingeniería social pura y dura: voy a reemplazar a los que sí están integrados pero que no me interesan, por los que no están integrados pero que creo que puedo modelar a mi gusto.
Pero es que todo eso no es accidental, ni debe serlo, además. Son dinámicas que se dan, que se conocen, y que se tienen en cuenta. Por ejemplo, si en Galicia hay dos idiomas, gallego y castellano, y vienen muchos migrantes que tienen únicamente como lengua nativa el castellano, compartido en el resto del estado, socialmente el gallego va a ser un idioma más minorizado, y con una tendencia clara, con todo lo que ello implica. Esto hay que tenerlo muy claro.
En este sentido, si un migrante viene a España, no habla ni castellano ni ninguna de las lenguas regionales, y aprende solo la regional, muchos protestarán, y habrá debate (como el que estamos viendo aquí mismo sobre Cataluña). Te dirán que la lengua nacional/compartida es el castellano, y que es la que todos conocemos, y tal y cual, cuando eso es un relato interesado de la realidad. Es un constructo, como ahí arriba comentas, de ingeniería social. Mi abuela, con sus 95 años, no habla castellano. Mi padre se crió únicamente en gallego hasta que salió a trabajar por ahí, pero desde el aparato del estado se impuso otra lengua en ciertos estratos y grupos sociales. Y ojo, que no estoy en contra, pero estas dinámicas existen, y debemos ser conscientes de ello. Estas relaciones culturales no son amigables casi nunca, y creer que todo va a ser amor y desinterés creo que es ser demasiado inocente. No hay más que preguntarse por qué existen varias leyes de protección de la cultura gallega, particularmente de la lengua, y el propio gobierno regional se los pasa por el arco del triunfo. Os lo digo con conocimiento de causa, porque trabajo en ello.
Pongo otro ejemplo práctico y reciente: Brasil, el único país lusófono de América, rechazó hace poco dar castellano en la educación obligatoria. Por qué lo hizo?
Os cuento otro: como muchos sabréis, en Galicia el tema de la filiación lingüística es complicado, y de hecho existe la norma apoyada por el aparato estatal, la Real Academia Galega, pero también existe otra entidad muy interesante y superior (a mi entender) en otros aspectos, llamada Associaçom Galega da Língua (AGAL), de corte reintegracionista. Pues bien, en su momento la AGAL pidió ser miembro asociado del máximo órgano rector de la llamada lusofonía, que no miembro de pleno derecho, sino asociado. Para conseguirlo, tenía que contar con el apoyo de todos los miembros. Curiosamente, Angola, tras alcanzar en las mismas fechas un curioso y beneficioso acuerdo con el estado español en diversos aspectos, votó en contra. No quiero decir que el acuerdo de España tuviese ese fin único, pero que se tuvo en cuenta no tengo la menor duda. Por qué España llevó a cabo este movimiento?
Total, que existen guerras culturales constantes de influencia entre grupos sociales por diversas razones y en múltiples ámbitos es evidente, y negarse a verlos o creer que todo es amor es, a mi entender, no saber en qué mundo se vive. Ahora, eso no implica (ni justifica) posiciones hostiles, xenófobas, racistas etc.