El de ayer fue otro encuentro soporífero del equipo, que es cada vez más plano, lento y predecible. El equipo ya no recuerda en nada al de Giráldez, más allá del dibujo inicial, que permance inalterable. Pero lo demás es todo diferente, la velocidad de movimiento del balón es mucho menor, con una pareja en el centro del campo formada por dos buenos jugadores en lo individual, pero que no son capaces de mover al equipo. Dela técnicamente es una delicia, pero hoy día no se puede jugar al futbol andando, y no se puede cada vez que se recibe un balón parárlo, acomodarlo, orientarlo, levantar la cabeza, adornarse en el gesto y finalmente soltarlo, y menos aún hacerlo siempre, requiera la situación de una pausa o no lo requiera. El caso de Miguel es aún peor, se solapa con Dela, a veces los ves a los dos pegados y andando, y cuando no se solapa se incrusta como una especie de falso nueve que no se acaba de entender bien cual es el propósito.
Después arriba Fer es una isla, Guedes no funciona y Óscar se esfuerza pero no tiene las condiciones para jugar de 9. Y me parece que seguir insistiendo en ponerlo en esa posición es un doble error, primero porque el equipo no funciona ( es salir Escobar, un 9 puro, y mejorar el juego ) y segundo y principal, porque Óscar es una de las principales promesas de nuestra cantera y es un desperdicio ponerlo a jugar en una posición para la que no tiene ninguna de las condiciones básicas. A mi me empieza a recordar a cuando Opésimo Sánchez ponía a Iker Losada de lateral derecho.
Los cambios son también conservadores e incluso me parece que un tanto innecesarios, ayer cambió a 3 de los 5 defensas!, es realmente necesario?. Eso sí, el doble pivote no lo mueve ni por casualidad, da igual que Antañón haya demostrado tanto nivel los pocos ratos que ha jugado, lo de Dela-Román es innegociable. Por cierto, a Antañón se le dio ficha con el B, ahora no puede jugar en el juvenil tampoco, si realmente no apostaba por el chaval, no haberle dado ficha, porque empieza a cantar un poco el tema, igual estamos ante otro caso Miguel Conde, que no le gusta y punto.
La persistencia en alguna titularidad ya escama también, vale que no te atrevas a poner a según que futbolistas por un tema de edad o jerarquía, pero la cabezonería de insistir con la titularidad de Sergio Díez, que es un desastre con patas, no se entiende, y menos teniendo al prometedor Gavián en el banquillo.
Ayer volvimos a asistir a otro tostón en balaídos, y se ganó porque el rival era pésimo, pero desde luego que no parece que este sea el camino a seguir, ni en juego, ni en apuesta por la cantera.