No nos pasemos. También Fran Justo, el joven entrenador de los múltiples milagros del Arenteiro, se iba a comer inmediatamente el mundo y apenas ha conseguido punto alguno en Segunda. Incluso sin salir del Celta B, en los últimos años ha habido varios entrenadores que metieron al equipo en posiciones similares a la de este filial de Claudio, y ninguno está precisamente en Primera. El único que ha triunfado algo es Albés, y él en cambio se fue de aquí tras tener que jugar una eliminatoria para no descender al Celta B y muy criticado por este foro, así que no nos engañemos pensando que es todo tan matemático con los entrenadores del fútbol modesto. El camino es lento e irregular.
Todo esto lo digo como alguien que siempre ha valorado mucho a Claudio. Aún recuerdo las críticas que había hace nada entre la afición (y foro) dirigidas hacia él, el juego ramplón del juvenil, que era defensivo y aburrido, que no sabía cambiar los partidos ni tenía plan B táctico, que era mejor promocionar a otros entrenadores con más potencial, etc. Yo defendía que me parecía un buen entrenador, se adaptaría a lo que tuviera y pedía paciencia. Pues también digo ahora que todo el mundo se sube al carro que tampoco nos pasemos, que no tiene absolutamente nada hecho ni va a ficharle ningún Primera a corto plazo (si no lo hace el propio Celta). Esas cosas simplemente no suceden.
Es probable que este verano tenga la posibilidad de decidir si quedarse aquí o irse a algún modesto de Segunda o potente de Primera Federación, pero no tiene por qué querer aceptarla si en el club dan verdaderas muestras de confianza. Que Claudio elija lo mejor para su carrera. Seguirá evolucionando pasito a pasito como todos los entrenadores sin pasado futbolístico en la élite, pero antes hay que acabar esta temporada a tope. Para él puede ser incluso más ilusionante que para los jugadores la posibilidad subir a Segunda. Si algún día le ofrecen el puesto de entrenador de primer equipo del Celta, aquí le tendremos sin pensárselo un segundo. No hay motivo para preocuparse ni para entrarnos prisa.