Me alegra leer a Yami decir que el equipo ha ido a más y se ha acabado por sentir cómodo e incluso muy competitivo. A pesar del evidente bajón, que importante es seguir compitiendo y seguir sumando.
El equipo nota mucho en falta un Sotelo a buen nivel, un Iker sano y, sobre todo, a Miguel. Un tipo que, más allá de los goles, su sola presencia generaba inquietud en el rival. Un tipo que obligaba, como mínimo, a un par de defensas rivales tenerle el ojo encima. Un tipo que cuando arrancaba y cabalgaba, obligaba a dos o tres jugadores rivales a salir de posición para intentar frenarlo, lo que generaba unos huecos acojonantes que aprovechaban gente como Iker, Rául o Lautaro. Un tipo que, ante la falta de ideas y fluidez, podía soltar un latigazo desde fuera. La importancia de Miguel en este filial es el cuádrupo de sus goles.