En ningún otro fichaje coincidieron con tanto entusiasmo directiva, Luis Campos y Coudet. Carles Pérez, sin embargo, aunque ha participado en los diez partidos, solo ha sido titular en cuatro, bailando entre la punta y el extremo derecho. El de Granollers analiza su situación personal y colectiva.
–“Estamos golpeados por el resultado”, ha dicho Tapia del partido en Valladolid. ¿Es la sensación general en el vestuario?
–No es una situación fácil. El equipo hizo unos buenos sesenta minutos. Teníamos el partido controlado. Luego en esos últimos minutos se descontroló. Son cosas que pasan en el fútbol. Te deja jodido. Si hubiésemos ganado, nos poníamos ahí. Era buen momento. Pero el equipo ha estado haciendo bien las cosas. Es cierto que tenemos que corregir varios momentos y cosas que pasan en el partido. Queda mucha Liga. Hay tiempo para corregirlo. Estamos en una buena dinámica. También hay que tener la suerte de que los goles entren. Estamos chutando mucho. Es tiempo de intentar ver los errores, mejorarlos y ganar los próximos partidos.
–Impacta lo sucedido porque el equipo, contra adversarios más poderosos, aunque perdiese, había competido hasta el final. El técnico y la plantilla insisten mucho en la falta de eficacia como razón. ¿No hay otros problemas estructurales?
–En el fútbol tienes que hacer méritos para ganar los partidos, pero en el fútbol y en la vida también necesitas un poco de suerte. Si contra el Valladolid chutas 22 veces y metes una... Pero también será culpa nuestra; le damos palo, la para el portero o simplemente no la metemos. Somos los que jugamos. Es verdad que el equipo dio una sensación diferente a la que veníamos dando. Ante el Barça y la Real apretamos hasta el último momento. En Valladolid nos vimos superados, lo que antes no se había visto. Puede pasar en un partido. Hemos hablado esta semana. Trabajaremos sobre ello, intentaremos mejorar y ganar el lunes.
–Lo específico de esta temporada es el largo parón por el Mundial; seis semanas se pueden hacer eternas en una mala situación clasificatoria. Y aumenta la tentación para las directivas de realizar cambios en el cuerpo técnico o la plantilla.
–Siempre beneficiará llegar al parón del Mundial con la tranquilidad de haber hecho las cosas bien, de mirar la clasificación y que estés arriba. Quedan cuatro jornadas. Si ganamos cuatro de cuatro, nos iremos tranquilos a casa y descansaremos contentos lo que nos den de fiesta, con las familias, para volver a tope.
–Usted, como profesional, ha convivido con la presión de pelear por títulos, con el Barça, y al menos por Europa con la Roma. ¿Siente diferente la presión actual de verse en los puestos de abajo, ahora mismo con la permanencia como pelea?
–No. He tenido la suerte de poder jugar en el Barça, donde la presión es salir siempre a ganar. Y la Roma es un equipo muy competitivo, con una afición que todo el mundo conoce. Es muy buena, pero te exige. No creo que yo tenga problema con esta presión de afrontar el partido del lunes contra el Getafe, por ejemplo. Al menos, yo no. Por lo que he visto, la gente está con nosotros, nos apoya. Y es de agradecer. El otro día, aunque perdiéramos 4-1 con el Valladolid, los aficionados se quedaron a aplaudir y darnos ánimos. Ya solo por eso tenemos que ganar los partidos; por ellos, que nos ayudan. El equipo está tranquilo. Creo que venimos de hacer cosas buenas. Los resultados no han salido y es lo que importa en el fútbol, pero tenemos cuatro partidos para corregirlo. Si los ganamos, será importante para nosotros.
–Inevitablemente la atención se gira hacia el entrenador en tiempo de crisis. ¿Cómo percibe la situación de Coudet?
–Al míster lo veo tranquilo y creo que lo está. Independientemente de los resultados él sigue con su idea. Y ahí vamos. El equipo sigue lo que dice el míster. Por un partido que no hayamos podido controlar no debemos olvidar que veníamos de dar la cara en otros y de seguir una idea que hubiera resultado buena si llegan a entrar los goles. Yo no sé lo que pasará, no puedo saberlo. Es cosa de la directiva. Pero hasta el último día que estemos aquí, sea quien sea el entrenador, estaremos con él.