A Giráldez ya no le entusiasmaba antes de la lesión, y el Aidoo post-lesión lo conoce de primerísima mano. Esta es una de las decisiones más obvias del verano, sintiéndolo por el bueno de Pepiño a nivel personal. Ni por nivel actual ni por perfil futbolístico interesa retenerle.
Ojalá se le pueda encontrar un buen destino, que no creo que vaya a ser algo sencillo visto su nivel post-lesión. Seguramente en algún lugar bastante lejos de nuestra liga. En el Celta no se le va a tratar como un apestado, obviamente. Pero no le conviene a ninguna de las partes que se quede, porque iba a contar cero y no cobra en bocatas de mortadela. Al igual que otros de los cedidos, es muy importante darle salida en las condiciones más favorables posibles. Garcés hasta ahora se ha sacado de la manga unas cuantas buenas operaciones de salida. Pero en ese aspecto ha heredado varios marrones todavía sin resolver definitivamente.