Ya tardabais.
Hoy lo que les pasó es que el Logroñés empató en la última jugada del partido con un remate que le quedaría lejos al mismísimo Santillana. Un milagro, vamos.
Lo justo es que hubiesen llegado al menos con dos goles de diferencia, porque lo merecieron sobradamente, pero fútbol es fútbol, está claro.
Ya dije el otro día que, obviamente no van a ganar todos los partidos, ni fuera ni tampoco en casa, pero a ver quién es el osado que se atreve a pronosticar que no van a quedar, y además fácil, primeros de grupo. Yo no desde luego.