No se dan cuenta de que la raíz de sus males está en la no aceptación de su situación, en pensar que con un pasado de éxito está todo hecho, que con eso basta para ascender e ir cumpliendo objetivos. Los contrarios se abrirán como las aguas del mar rojo ante la presencia de un equipo de pasado glorioso y alcanzarán la victoria, una tras otra, dejando atrás un reguero de desgraciados inclinados ante la magnificente presencia de los elegidos. Llevan tres años lastrados por ese pensamiento, y continúan insistiendo en el error. Hasta lo hacen en los lemas que eligen, porque este en esencia no significa más que eso que digo. Son patéticos, en el buen sentido de la palabra, mueven a uno a la compasión.