Tapia, efectivamente, estaba dando pena, y ya no era el primer partido. Tremenda la inversión de papeles entre él y Fran. Pero más allá de eso lo cierto es que no generamos prácticamente nada arriba, y así es difícil.
Mi sensación ya era mala, pero ahora lógicamente todavía es peor: rival jugando a la contra, la espada de Damocles del reloj metiendo presión... Parece que otro año más las Baleares van a ser la tumba de nuestro sueño copero.