Y yo que pensaba que ya habíamos desterrado definitivamente aquella época de los regalos... Pues se ve que no.
Una lástima, porque del desarrollo del partido, si el fútbol fuese un deporte justo, que por supuesto no lo es, en ningún caso se podría colegir una derrota del Celta.
Nos está penalizado, al igual que al principio de temporada, la falta de gol. Ahora generamos más que entonces, pero estamos ante una etapa de sequía evidente. Ni Aspas, ni Mina, ni Brais, ni Cervi, ni Denis están aportando de cara al gol lo que deberían. Y cuando hay sustituciones, Galhardo, Solari, Nolito o el casi inédito Pineda no hacen más que agravar el problema.
Nos sostenemos con un rendimiento colectivo a nivel defensivo muy a tener en cuenta, más aún si vemos el jugador tipo del Celta y la propuesta que intenta llevar a cabo. Y desde que se eliminaron los errores flagrantes, el rival apenas es capaz de hacernos goles, a no ser que medie en el asunto un juez (sic) del pelaje de González Fuertes.
Pero conviene no volver a las andadas. Y el riesgo que asumió Dituro cuando apenas quedaban un par de minutos de partido, sobró. Vale que no estamos acuciados por la clasificación. Vale también que salir jugando, sin ser dogma, forma parte de nuestro estilo de juego. Pero ese puntito, venía muy bien, y perderlo de manera histriónica en los estertores del partido barrunto que va a hacer daño más allá de lo cuantitativo.
La temporada muere y yo tengo la sensación de que merecimos más. Sin estridencias, pero fuimos claramente mejores que lo que refleja nuestro casillero de puntos. Pero ya decíamos que el fútbol no es justo, y mientras juguemos a esto, habrá que seguir trabajando y buscar soluciones.
Acabemos lo mejor posible la temporada, hagamos entretenida esta tan de moda zona de nadie, y preparamos con sosiego la que viene que a mí, al menos, ya me ilusiona.
Pero acabemos bien por favor.