Duele perder, y más aun por goleada. Y si por encima vienes de un inicio de temporada en el que la mayor alegría que has tenido es pescar un punto en Pamplona en un partido en el que te pasaron por encima... Pues eso, que seguro que ahora mismo el ceño fruncido es el gesto preferido del celtismo.
¿Y da este inicio para preocuparse? Pues claro, verse ahí abajo siendo el Celta por narices despierta viejos fantasmas. Pero con todo, yo creo que vamos a salir de ahí más pronto que tarde.
Intentando pensar con claridad, sin entrar en barrena, al equipo le veo más o menos las mismas virtudes y los mismos defectos que la temporada pasada. Y al entrenador igual. Tenemos un buen caudal de juego ofensivo, con jugadores de buen pie, y también una defensa delirante, con especial mención para una zona central en la que parece que todos pugnan por salir cada vez mejor en el retrato. Al menos los que vinieron de fuera. En cuanto al míster, pues continúa con una propuesta alegre y ofensiva, que al parecer él se encarga de engrasar a base de motivación, pero sigue pecando del mismo inmovilismo, tanto en cuestión de piezas como de planteamientos.
¿Qué ha cambiado entonces, más allá de los imponderables famosos del fútbol, que igual con un poquito más de esto y un algo menos de esto otro, tal vez nos permitirían tener algún punto más? Pues yo creo que es que hay un buen puñado de jugadores, aun por encima muy importantes en el sistema, y que están en un estado de forma bajo o incluso muy bajo. Y hablo de Tapia. Y hablo de Aspas. Y hablo de Denis. Y hablo de Brais. Y seguramente también de Nolito y Cervi. Y para más escarnio acabamos de traernos a uno que no parece estar mejor, como Murillo.
Y todos esos estados de forma tan deficientes teniendo lugar al mismo tiempo me hacen ver, por un lado, que es normal que nos esté costando arrancar, y por otro que tal vez no sea una casualidad. Y claro que estoy pensando en el aspecto físico. Porque más allá de Renato y Araújo, que se han pasado el verano compitiendo con sus selecciones, el resto han tenido un buen descanso y han hecho una pretemporada completa.
Quiero pensar por tanto que ese no llegar por centímetros, o esa pequeña merma en la intensidad, que tanto complica todo jugando con un sistema tan expuesto como éste, estén más relacionados con un exceso de celo del cuerpo técnico en la preparación física, para que nos rentúe en un futuro, que en un acomodamiento generalizado por parte del personal.
Lo veremos con el transcurrir de los partidos. Pero mientras, como bien dijo Coudet en la rueda de prensa posterior al partido, hay que empezar a ganar. Y rápido.