Esto?
Lo mismito.
Renové el primer día de campaña mi abono y el de mi hijo. A los pocos días llegó mi carnet a casa, pero del de mi hijo ni rastro.
Pasaron los días y seguía sin llegar, pero atribuí el retraso al famoso cálculo del descuento familiar. Nos fuimos una semana fuera y contábamos con que a la vuelta, ayer sábado antes del partido, ya estuviese en el buzón de casa. Pues no.
Atendiendo al correo que me mandaron nos plantamos en las taquillas de Balaídos una hora antes para solucionar el asunto. Las colas al llegar ya eran considerables. Al parecer más gente estaba en la misma situación. No habían recibido su nuevo abono pero presentando el DNI se lo hacían allí al momento. Bueno, mal menor, y la cola parecía ir relativamente ágil.
Cuando me llega el turno le explico mi caso a la chica que me atendió y después de consultar el ordenador me dice que el abono de mi hijo no ha llegado porque no consta como renovado. Le explico que está equivocada, que hice ambas renovaciones juntas al igual que el pago. Ante tal tesitura, sin saber cómo abordar el problema, se dirigió a Raúl Rivas, el nuevo director de la sección, que estaba allí al pie del cañón resolviendo problemas e incluso gestionando abonos y atendiendo a la gente como un taquillero más.
Quiero hacer un inciso para destacar lo anterior. Me pareció reseñable que el principal responsable de los abonos se baje al barro y esté en la gestión directa afrontando el malestar de la gente por tremendas colas y multitud de problemas. Debería ser lo habitual, pero pocas veces lo es. Me atendió personalmente y solo puedo decir que chapeau por el chaval.
Al final mi problema es que la aplicación cuando se renueva a un adulto junto a un menor solo contabiliza la renovación del adulto (terrible). De hecho contaron con mi hijo como alguien que no renovó y dieron su localidad a una nueva alta. Le hicieron el carnet con otra localidad diferente para salir del paso (entramos diez minutos tarde al partido) y nos emplazamos para resolver el problema esta semana que viene.
En definitiva, me gustó mucho la actitud del nuevo responsable, Raúl Rivas, pero por otro lado constatar que tienen montado un pollo importante y cometen errores que no son de recibo a este nivel. Será la aplicación, la gestión, o el sursum corda, pero esto no debe pasar.