El problema es que cuando la grada esté operativa, con la asistencia que tenemos en balaídos el aspecto del estadio va a ser desolador. Media entrada da una imagen muy mala hoy día. El club debe asumir que no hay otro camino que abonos baratos y ofertas de entradas para partidos puntuales con malos horarios o equipos sin tirón. Por supuesto que la cesión de abonos es clave. Y luego una asignatura pendiente cien por cien; fomentar la asistencia a balaídos de los celtistas ( los que ya lo son y los que potencialmente pueden llegar a serlo ) de los pueblos cercanos. A la gente de Moaña, Tui, Redondela, Cangas, Tomiño, Ponteareas, Marín, Sotomaior etc.etc.etc. hay que llevarlos a rastras y en alfombra roja.
Con un aforo de más de 30.000 personas una asistencia de 14-15000 es lamentable, ahora queda disimulado porque falta una grada, pero cuando se abra marcador...un ambiente adecuado da puntos y atrae jugadores.