Contra Sevilla, Villarreal, Athletic Club y Betis, que no son cuatro piernas, sinceramente creo que hemos merecido ganar todos los partidos. Igual es que tampoco teníamos tan malos jugadores para estar penando como lo estábamos haciendo. Y a qué se debe el cambio? Pues yo sólo detecto uno muy evidente, que seguro no se le pasa desapercibido a nadie.
Hoy los tres goles del Betis son más fruto de errores del Celta que otra cosa: un fuera de juego palmario que estropea Galán, un mal pase de Aidoo y una jugada desafortunada de Mingueza. Es cierto que también tuvieron un par de ellas bastante buenas, pero no lo es menos que también las tuvimos nosotros. Amén de los cuatro goles.
Efectivamente esto debe valer para tomar oxígeno, proporcionar calma y ganar autoestima. Para convencerse que seguro hay, al menos, tres o cuatro equipos peores en la categoría. Y a partir de ahí ir creciendo poco a poco con la vista puesta, ya con un entrenador y un director técnico en sintonía, y esperemos con una inversión acorde a lo prometido y a la efeméride, en el próximo verano.
En el plano individual destacar para mal el error de Aidoo (alguna vez puede volver a fallar y no por ello volver a ser el de antes, un poco de calma), que afortunadamente no le hizo cortocircuitar y siguió haciendo un partido más que decente, el errático partido de Mingueza en lo defensivo, y el rendimiento más que cuestionable, una vez más, de Galán. En lo positivo, no estoy de acuerdo en que Aspas haya hecho mal partido, porque participó mucho y bien; si cabe no estuvo acertado de cara al remate con esas dos que tuvo casi a bocajarro; también Larssen siguió a la suyo, haciendo un partido bueno, pero claro, cuando caza un gol al alcance de muy pocos ya convence al más escéptico; y por último un Gabri Veiga que pinta a jugón de época, y que, aparte de mucho fútbol, también tiene mucho gol.
Pues nada, que da gusto tener una noche de sábado así. Vamos parroquia, a por más.