Sería maravilloso, efectivamente, pero entre que el Coliseum se nos da fatal y que esta banda parece una edición mejorada de los Tigres de Arkan, lo veo chungo, porque ellos se juegan la vida y nosotros vamos con el lirio en la mano.
Hoy, nada más sacar de centro el Espanyol, a los dos segundos balón largo a Joselu y Damián le ha metido un viaje de la hostia para irle marcando el terreno. Dos segundos.
Y en cada balón dividido, entraban a cuchillo y dejando el sello en todos los lances del juego.
No sé yo si estamos preparados para eso.
Por contra, no juegan ni a las chapas.
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