Pues mi valoración de la temporada es la siguiente:
DEPORTIVAMENTE: Decepcionante.
En parte por culpa mía, por querer ilusionarme y generarme expectativas fuera de la realidad.
Porque era el año del Centenario y, por arte de magia y "porque yo lo valgo", tendría que haber algo especial y hacer una gran campaña.
También por la presencia de un entrenador con un palmarés y una carrera impresionante. Es cierto que no me ilusionaba demasiado su juego ya de antes, pero tirar la casa por la ventana por un profesional así me hizo creer que esta vez "si se apostaba" e íbamos con todo para intentar hacer un gran año.
"I want to believe"... pero luego llega la realidad y te da una hostia en la cara con la mano abierta.
La plantilla era la que era, el entrenador estaba de vuelta de todo, nos jodieron miserablemente en varios partidos y todo lo que podía salir mal, salió mal.
Una decepción.
Y no es una gran decepción por la irrupción de Giráldez, que no solo ha evitado el desastre, sino que ha cambiado e discurso.
Es la esperanza a la que me agarro para creer que estamos sentando las bases de "algo" (no sé muy bien qué todavía, pero algo que ilusione).
Y no me dejo llevar por el hype, los halagos ni las flores a Claudio porque no quiero pecar otra vez de ingenuo y querer cosas que, actualmente, son solo deseo.
En este sentido, el pobre Claudio va a pagar mis frustraciones con Benítez y me va a costar volver a ilusionarme. No es culpa suya, es culpa mía, que estoy purgando mis excesos de optimismo.
Me agarro también a la irrupción de jugadores de la cantera que parecen capacitados para jugar en Primera División. No es necesario que sean estrellas o Iago Aspas, me vale con que sean capaces de competir en la categoría. Para mí, la mejor noticia de la temporada en el plano deportivo... y para eso fue necesario la destitución de un entrenador y que llegase otro que sí creyese en ellos.
SOCIALMENTE: Lo esperado.
No me quiero pasar de listo, pero esta situación sí que entraba más o menos en mis conjeturas.
Primero porque no todas las temporadas se cumplen 100 años y un centenario no se celebra cada día. En este sentido, con algunos errores groseros como el acto de celebración exclusivo, creo que se ha hecho un gran trabajo.
Segundo, porque a mi Marián ya me tenía ganado de su anterior etapa en el club, donde demostró que con cuatro duros, en Segunda y dando asco, con una masa social que no era ni la mitad de la de ahora y sin plenos poderes, hizo una gran labor. Pues en esta etapa, con plenos poderes, más capacidad económica y con una masa social rejuvenecidad y más numerosa, esperaba algo similar a esto.
Y ojo, que creo que lo mejor está por venir.
No quiero pecar otra vez de "I want to believe", pero yo en el trabajo de Marián y su equipo le tengo mucha fe.
Actos del Centenario, dinamización de los partidos en las previas, relaciones con la masa social, atención al abonado, defensa de los intereses del club dónde haga falta, cambiar las cosas que no funcionan y, para broche de oro, normalizar las relaciones institucionales con el ayuntamiento.
Si no es matrícula de honor en este apartado, poco le falta. Es verdad que le tenía mucha fe, pero en algunas cosas incluso me ha sorprendido porque no era fácil.