Vaya por delante que, al igual que muchos, estoy perdiendo la fe en el proyecto de Benítez a pasos agigantados y tengo la sensación de que ya va a ser algo irrecuperable. No quiere decir que sea un entrenador caduco con planteamiento caducos, porque hay entrenadores de más edad y entrenadores con planteamientos incluso más defensivos y sin embargo obtienen mejores resultados que él. Él tiene mucha experiencia, mucho conocimiento y lógicamente un libreto lleno de variantes que aplica en función de lo que entiende que necesita el equipo. Pero por lo que sea su libreto aquí no está funcionando, y por más vueltas que le da sigue sin funcionar. Y la afición ya se ha percatado y mucho me temo, y esto es lo más preocupante, que los jugadores también.
Pero ese "vaya por delante" del principio del post quería anticipar que no era Benítez el principal protagonista del mismo. Porque me quiero centrar en los jugadores. Ya he dicho que seguramente los planteamientos, la forma de encarar los partidos o el estado en el que se encuentra el verde de Balaídos no ayuden mucho, pero lo cierto es que veo paredes, pases en corto, controles, conducciones, descargas, cabezazos orientados o acciones defensivas impropias de jugadores de primera división. Y eso, aunque la dinámica en la que ha metido al equipo Benítez puede tener cierta culpa, ya que el modo de juego inculcado o la falta de confianza que llega tras la ausencia de resultados puede tener efecto en el rendimiento, no es culpa estrictamente de él. Es culpa de un puñado de jugadores que igual tenemos en un status del que realmente carecen. Y hablo de Mingueza, de Manu Sánchez, de Starfelt, de Unai Núñez, de Carlos Domínguez, de Tapia, de Jailson, de De La Torre, de Strand-Larssen, de Douvikas o de Aspas, todos los cuales he visto fallar pases impropios de jugadores profesionales en el partido de hoy. Pases fáciles, pases que te hace un juvenil con un mínimo de concentración.
Es que prácticamente nos sale todo el equipo. Y bien: ¿son tan horriblemente malos estos jugadores? Pues seguramente no. Seguro que, repito, la dinámica negativa en la que se encuentra el equipo, en la que el entrenador tiene su buena cuota de responsabilidad, les afecta negativamente por la pérdida de confianza que supone; seguro también que un campo lamentable no ayuda a tener más precisión en determinadas jugadas; y también es muy posible que muchos de ellos no se encuentren en el mejor estado de forma.
Pero lo que creo que es una verdad ineludible e irrefutable es que ESTOS JUGADORES ESTÁN DANDO PENA. Y también a ellos hay que exigirles y apretarles, sean de la cantera o de la Conchinchina, y recordarles que, más allá del entrenador de turno, un porcentaje elevadísimo de la responsabilidad de lo que sucede en el campo es cosa de ellos.
Que ya está bien hombre.